Contiene: La modificación del eje regional del desarrollo, no significa la atenuación del fenómeno del crecimiento desequilibrado, por el contrario, implica solamente una ratificación de ese hecho, ahora revestido con otro ropaje. Debido a esas razones, el énfasis del autor está centrado en la búsqueda e imaginación de caminos que posibiliten, con carácter de simultaneidad, el desarrollo acelerado y la disminución de los desequilibrios regionales. El autor considera necesaria una reforma del Estado para viabilizar el desarrollo, entrando en mayores niveles de concreción sugiere que la depresión de desigualdad regional pasa por la descentralización del poder político, más aún, entiende que se debe redefinir el rol del mercado y del Estado en la gestión económica para lograr los objetivos deseados.

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