La última década ha visto una cantidad considerable de investigación en el estudio científico de las pinturas modernas. Un área en la que se han logrado avances significativos es el desarrollo y la evaluación de posibles tratamientos de limpieza. Podría decirse que limpiar la suciedad acumulada de una superficie pintada sin barnizar es el tratamiento de conservación más comúnmente ejecutado en pinturas modernas y contemporáneas y fue identificado por una serie de investigaciones en 2005 como un tema que necesitaba desesperadamente investigación y enfoque. Antes de esta investigación, la mayoría de los conservadores tenían muy pocas opciones para limpiar superficies pintadas modernas, generalmente un puñado de sistemas acuosos básicos y una variedad de borradores y esponjas.