El descubrimiento y luego la conquista de América sorprendió a la nación guaraní en un período de vigorosa fuerza expansiva, motivada indudablemente por razones de carácter místico. En tiempo relativamente breve había logrado extenderse desde sus dominios ancestrales, (probablemente de las regiones del sudoeste del Brasil actual y márgenes boscosas del Paraná y gran parte de los actuales territorios del Brasil y Paraguay) , por parte del Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Uruguay por el Sur y Este, y por el Norte y Este desde las fronteras de la Guayan francesa por toda la costa atlántica del continente sudamericano hasta dentro de las actuales fronteras del Uruguay. Los conquistadores, viajeros y colonizadores europeos hallaron pueblos que hablaban su lengua desde los 5 grados de latitud Norte hasta los 35 de latitud Sur y desde el Atlántico hasta los 75 grados de longitud Oeste de Greenwich.