Sobre 770.000 km.2 del territorio nacional, en una región geográfica que se extiende entre los contrafuertes y vertientes orientales de la Cordillera de los Andes y los límites internacionales con el Ecuador, Colombia, Brasil y Bolivia, en una zona en que las nieves perpetuas de los Andes han dado origen el más largo y majestuoso camino del mundo: el Amazonas, mora una población de un millón de habitantes. De esta cifra, un gran porcentaje esta constituido por aborígenes selváticos cuyos problemas merecen la más atenta consideración del Instituto Indigenista Peruano. Exploradores, Misioneros, Educadores y Militares han sido los pioneros de ese gran movimiento que ya e vislumbra en el horizonte de las realizaciones peruanas: La Marcha del Oriente que al igual que el paso hazañoso de los "bandeirantes" del Brasil o la "conquista del oeste", por los norteamericanos del siglo XIX, será para nosotros, uno de los pilares de la definitiva integración nacional. En las llanuras boscosas del Ucayali, del Purús y del Urubamba, como en las vertientes lejanas del Napo y del Curaray, mas allá del Marañon y del Madre de Dios, " mas lejos que más nunca" como en la frase de Rómulo Gallegos, el paso de los Misioneros como la acción silenciosa de los Educadores, ha sembrado la simiente que florecerá después cuando las tribus olvidadas cantes a coro la canción dela Patria. Y en este empeño merecerá siempre la admiración de todos, la labor del Instituto Lingüístico de Verano -fundado y dirigido por el genio apostólico de Guillermo Townsend-, cuyos trabajo en el Perú son expuestas en síntesis por Harold L. Goodall, en el presente informe que "Perú Indígena" se complace en publicar.