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Artículo dentro del Seminario IV: Antropología social y/o cultural.

incl. ref.

Aproximarse al fenómeno arquitectónico alteño, en tanto manifestación popular, implica hacer una revisión de la relación que este, el fenómeno, tiene con las instituciones en ámbitos oficiales. En ese sentido la relación que la Arquitectura Emergente Alteña tiene con el municipio y la academia es nuestro tema a abordar. El hecho de que la arquitectura alteña sea el producto de la articulación de múltiples actores condiciona la relación que ésta tiene con las instituciones. La relación entre arquitectura e instituciones ofrece puntos claros de tensión, tensión fundada por los desencuentros entre manifestación popular y expectativa oficial. Sin embargo es en estos puntos de tensión que se hacen explícitos también los puntos de encuentro. El hecho de que, por encima de los desencuentros, se produzca arquitectura hace a las características propias de esta. La relación que se da entre propietario, arquitecto y albañil, permite un intercambio de percepciones estéticas provenientes de diferentes vertientes. A esto se suma el rol que la alcaldía pueda imprimir en la manifestación arquitectónica, condicionándola en cierta medida. Entendemos que en este proceso es que se da lugar a una producción intercultural con motivo de la casa. Es así que la casa se constituye en el taypi, el punto de encuentro de diferentes, sin que esto quiera decir que las diferencias permanezcan irreconciliables, por el contrario estas diferencias son articuladas, dando paso a una nueva propuesta estética. .

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