Contiene: En muchos de los diferentes aspectos del folklore o de la etnomúsica, el investigdor evita de hablar de los orígenes, o se coloca en una prudente posición respecto a ello en lo que atañe a la canción, no hace falta ese cuidado, toda vez que sus orígenes europeos resultan con evidencia. Es grato por el contrario, remontar la corriente y comprobar las fuentes, tarea a la que concurren tanto los documentos aún vivos de la tradición oral europea, como los impresos. Ambos nacen, por lo que a Europa y Amèrica se refiere, en la galante costumbre de alabar la belleza y virtudes de la mujer en general, y de una en particular, las de la mujer amada por lo que el presente estudio da cima a una vieja aspiración que había dejado entrever en ocasiones anteriores, la de dedicar con cariño a una materia, como ésta de las canciones, alcanzadas a vivir en su romántica etapa de serenatas, donde son dulcemente despertados por el sonido de bandolines, flautas y guitarras en sus ciudades natales, pulsadas por los jóvenes pretendientes de señoritas o bién serenatas al amigo o a la madre que cumplían años.

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