En el año 1830, el caraqueño Simón José‚ Antonio de la santísima Trinidad Bolívar y Palacios, prohibido de regresar a su patria, corre hacia un Trinidad Bolívar y Palacios, prohibido de regresar a su patria, corre hacia un desenlace fatal, la muerte en Santa Marta, está  por concluir en el desamparo y vilipendio de sus compatriotas, lo han seguido con entusiasmo y coraje por los caminos de América, en una largas etapa, luego acabaron por no entenderlo, por despreciarlo, por culparlo de todos los males que la Republica les había traído. De todas partes le llegan palabras de aliento. Ya es tarde: cada cosa traído. De todas partes le llegan palabras de aliento. Ya es tarde: cada cosa tiene su hora y su tiempo concluido entre ellas una sensacional carta del Mariscal Andrés de Santa Cruz Calahumana, Presidente de Bolivia , quien le ofrece, le suplica, que acepte la representación diplomática ante la Santa Sede, L misiva lamentablemente escrita l 15 de octubre de 1830, llega cuando Bolívar ya está  en la eternidad.