Dos novelas tan distintas en el tiempo y en el estilo Juan de la Rosa. Memorias del último soldado de la independencia de Nataniel Aguirre (1885) y Muerta ciudad viva de Claudio Ferrifino Coqueugniot (2013) tendrían a primera vista muy poco en común como para compartir líneas de análisis. Pero una lectura un poco más atenta a los detalles revela el dialogo que se establece entre ambas obras. Más allá de los lugares comunes y de las referencias directas e indirectas que la obra de Ferrufino Coqueugnoit hace a la de Aguirre, amabas novelas se constituyen como narraciones en torno a conflictos de identidad de sus jóvenes protagonistas como formas de pensar lo nacional. El análisis que proponemos se centra en las formas de representación discursiva de lo joven y la estructura temporal a ellas relacionadas para poner en dialogo algunos rasgos del sentido de nación propuesto en ambas novelas.