Contiene: Todo arte requiere un espacio humano y social, un reconocimiento y un estímulo, pues de lo contrario se frustra la comunicación y se desvanece su sentido. Para el arte "culto" están los museos y las galerias, mientras que el arte popular se vende en el suelo y al aire libre, entre ropas de nylon, vajillas y otras múltiples mercancias que parecen amonestarle su escasa o nula utilidad. Con este trabajo Adolfo Colombes, parte de la antropología como una disciplina necesariamente conectada con los otros conocimiento y con las otras muchas realidades que el hombre desencadena desde su capacidad de generar símbolos. El arte de los pueblos mestizos e indígenas, tenido comúnmente como una práctica de segunda y relegado a ámbitos residuales, debe recuperar un lugar desde el cual pueda afirmarse el derecho de aquellos pueblos a ensanchar aquel espacio humano y social.

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