Contiene: Los sentidos de los libros no sólo dependen de su lectura sino, en rigor, es ésta la que los produce. Un libro sin lectura, sin lectores, es un objeto más entre otros, una especie de continente sin contenido. La lectura hace surgir los significados y sentidos que buscaba su escritura. Leer da vida a los textos. ¡Sin ojos lo lean afirma Guillermo de Baskerville en El nombre de la rosa, un libro es mundo! Un texto sería como un disco y su lectura como la aguja de un tocadisco, es decir, es sólo en su interacción que surge la másica. La interacción entre el polo textual (escritura) y el polo lector (Lectura) es un proceso que actualiza los sentidos latentes en los signos de un texto, de un libro. La lectura, además, no es un acto pasivo, reproductor, sino uno activo, productor, pues cada lector añade lo suyo contexto, cultura, capacidades cuando lee. Por eso, también las posibles lecturas de un texto son multiples y muchas veces muy distintas unas de otras. La lectura no sólo revive a un texto sino, en rigor, le otorga nuevas vidas. A la larga, la lectura es algo tan creativo como la escritura.

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