La reforma agraria de 1952, estableció las bases legales para el reconocimiento del derecho a las tierras de los pueblos indígenas de Bolivia. A raíz de ello, el Estado dotó tierras a estos pueblos, cuya situación de tenencia quedó estancada en muchos casos debido a la falta de recursos económicos, de inseguridad jurídica, y de relaciones problemáticas con propietarios privados y especuladores de tierra. En el oriente boliviano se suma a ello, a partir de 1997, la necesidad de sanear las nuevas y extensas tierras comunitarias de origen reconocidas por la actual ley INRA. Para enfrentar esta problemática de tenencia, se crea en el departamento de Santa Cruz en los años 90 con el apoyo de organismos internacionales, un proyecto con el objetivo de apoyar la delimitación y consolidación de áreas indígenas en este mismo departamento. El proyecto se realiza con la participación y capacitación de indígenas de la zona. El proyecto muestra las diferentes facetas del proyecto, culminando en una expedición durante la cual el equipo delimita con ayuda de indígenas las fronteras del Parque Kaa Iya.